viernes, 1 de abril de 2011

Sepia

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En ocasiones, es como si pudiera ver el mundo a través de una fotografía clásica, en sepia. Todo se mueve; todo sigue girando, pero, durante un instante, lo que ves a tu alrededor se detiene y tu entorno parece sumirse en silencio.
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Es sólo un segundo, un instante; el momento viene y, después, se va, pero hay algo en él que queda en la memoria para siempre. No es algo agradable, ni desagradable, ni útil, ni inútil, sino, simplemente, algo que pasa, especial, y que luego desaparece.
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¿No os habéis sentido nunca así? ¿Como si en determinado instante el tiempo se detuviera por un segundo?

2 comentarios:

Sara dijo...

Sí, definitivamente. No sé si es un fallo neuronal, un sistema de autodefensa o qué, pero me ha ocurrido alguna vez, sobre todo en situaciones de una tensión extrema.

Por ejemplo, en el hospital: situación de urgencia, una parada o algo similar. Todo va a cámara lenta, es como que me invade una calma fría que me permite pensar lo que he de hacer a continuación. Y cuando se pasa el agobio todo vuelve a la velocidad normal y se inundan los nervios acumulados que antes no había...

Aura dijo...

Sí, es cierto, en las situaciones realmente tensas también ocurre: parece que todo vaya a cámara lenta y se escucha una especie de silencio atronador, llenándote los oídos como si fuera el vacío antes de una explosión.

Y, luego, cuando el tiempo vuelve a correr de repente todo parece suceder mucho más deprisa.

Es una sensación extraña.